DE LA CONSTRUCCIÓN
EN BOGOTÁ
El panorama económico mundial no ha presentado grandes cambios desde hace más de 4 años. Las estadísticas demuestran que mientras en EEUU se lucha por mantener con esfuerzo un discreto crecimiento y la Unión Europea sigue enfrentando una crisis económica profunda, en Colombia se presenta un crecimiento constante que oscila entre el 4.0% y el 5.0% en los últimos años.
Para este primer trimestre del año es de recalcar especialmente el repunte del sector de la construcción en el país, el cual presenta el mayor crecimiento entre todos los sectores ayudando a evitar una incontenible desaceleración e impulsando el PIB nacional aportando con más de 3.800 millones de pesos según Camacol.
La situación del Bogotá puede verse como un reflejo de la situación del país: presentando un crecimiento sostenido de la actividad constructiva. Como a nivel nacional, en nuestra ciudad se reflejan tres grandes destinos de la construcción: Vivienda no VIS con más del 42%, oficinas y comercio, sumando entre estas más del 88% del destino de las edificaciones en la ciudad, realidad que se observa en la cotidianidad de nuestra vida urbana.
Sin embargo, y en contraste con los esfuerzos que está realizando el gobierno nacional para asegurar un incremento en la oferta de vivienda de interés social y prioritaria en el país, en Bogotá según Camacol tan solo el 7% de las licencias de construcción hasta abril de 2013 fueron expedidas para tal fin, no más de 40.000 m2, en contraposición de los aproximados 370.000 m2 de vivienda de más de 350 SMLMV.
Cabe reflexionar teniendo en cuenta que para el 2013 según el DANE se calcula que solo en Bogotá habrá un déficit de más de 300.000 viviendas, correspondientes al 16% de los hogares de la ciudad, claramente aquellos hogares y familias menos favorecidas y en condiciones de vulnerabilidad.
Si sumamos los bajos porcentajes de construcción destinados a aquellos segmentos de la población que realmente lo necesitan, los altos costos de la vivienda y la incertidumbre normativa generada por la expectativa de un cambio desfavorable en el POT de Bogotá, tenemos como resultado la incapacidad de políticas y administraciones de suplir las necesidades presentes de la población en aspectos de vivienda, incluso en medio de un auge económico nacional en el sector.
Es hora de reflexionar, en nuestro presente atravesamos por una situación económica adecuada para el sector de la construcción, contamos con la teoría, la técnica, los profesionales, el contexto; es hora de generar mejores políticas públicas, de encaminar mejor la inversión, de hacer un giro en el objetivo de la construcción y empezar a generar soluciones necesarias. Es hora que aprovechemos el impulso del sector de la construcción y sin frenar los buenos índices de desarrollos No VIS, comerciales y de servicios saquemos adelante los anhelados desarrollos VIS y VIP, es hora de reflexionar.
DE LA CONSTRUCCIÓN
EN BOGOTÁ
El panorama económico mundial no ha presentado grandes cambios desde hace más de 4 años. Las estadísticas demuestran que mientras en EEUU se lucha por mantener con esfuerzo un discreto crecimiento y la Unión Europea sigue enfrentando una crisis económica profunda, en Colombia se presenta un crecimiento constante que oscila entre el 4.0% y el 5.0% en los últimos años.
Para este primer trimestre del año es de recalcar especialmente el repunte del sector de la construcción en el país, el cual presenta el mayor crecimiento entre todos los sectores ayudando a evitar una incontenible desaceleración e impulsando el PIB nacional aportando con más de 3.800 millones de pesos según Camacol.
La situación del Bogotá puede verse como un reflejo de la situación del país: presentando un crecimiento sostenido de la actividad constructiva. Como a nivel nacional, en nuestra ciudad se reflejan tres grandes destinos de la construcción: Vivienda no VIS con más del 42%, oficinas y comercio, sumando entre estas más del 88% del destino de las edificaciones en la ciudad, realidad que se observa en la cotidianidad de nuestra vida urbana.
Sin embargo, y en contraste con los esfuerzos que está realizando el gobierno nacional para asegurar un incremento en la oferta de vivienda de interés social y prioritaria en el país, en Bogotá según Camacol tan solo el 7% de las licencias de construcción hasta abril de 2013 fueron expedidas para tal fin, no más de 40.000 m2, en contraposición de los aproximados 370.000 m2 de vivienda de más de 350 SMLMV.
Cabe reflexionar teniendo en cuenta que para el 2013 según el DANE se calcula que solo en Bogotá habrá un déficit de más de 300.000 viviendas, correspondientes al 16% de los hogares de la ciudad, claramente aquellos hogares y familias menos favorecidas y en condiciones de vulnerabilidad.
Si sumamos los bajos porcentajes de construcción destinados a aquellos segmentos de la población que realmente lo necesitan, los altos costos de la vivienda y la incertidumbre normativa generada por la expectativa de un cambio desfavorable en el POT de Bogotá, tenemos como resultado la incapacidad de políticas y administraciones de suplir las necesidades presentes de la población en aspectos de vivienda, incluso en medio de un auge económico nacional en el sector.
Es hora de reflexionar, en nuestro presente atravesamos por una situación económica adecuada para el sector de la construcción, contamos con la teoría, la técnica, los profesionales, el contexto; es hora de generar mejores políticas públicas, de encaminar mejor la inversión, de hacer un giro en el objetivo de la construcción y empezar a generar soluciones necesarias. Es hora que aprovechemos el impulso del sector de la construcción y sin frenar los buenos índices de desarrollos No VIS, comerciales y de servicios saquemos adelante los anhelados desarrollos VIS y VIP, es hora de reflexionar.